Ya han pasado algunas semanas, 2 meses para ser exactos, he estado enviándole notas, varias notas.
Diciéndole lo mucho que lo siento de verla tan sola, de que quiero ayudarla, porque cada vez que veo esos ojitos tristes no puedo evitar sentir dolor en mi corazón, que la quiero abrazar y que pase lo que pase siempre estaré ahí.
Y es que poco a poco , sin saber como ni porque, le estaba empezando a cojer un cariño especial, un cariño extraño que no había experimentado con nadie. Esa criatura que hacia que mi corazón latiera rápido, muy rápido.
Cuando la miraba, todo lo demás desaparecía y sentía cada latido de mi corazón, que posiblemente en algún momento explotaría.
Y sin darme cuenta.. Me había enamorado.
*Pov de Yumi*
Mi ángel de la guarda es tan atento, preocupado, tan tierno.. que con cada nota suya siento que puedo alcanzar mas allá del universo.
Es extraño, no? Como puedes sentir ese tipo de cosas de alguien que ni conoces. Pero fuera quien fuera, me hace sentir la persona mas especial del planeta. Tomo la nota y la guardo en una cajita que tengo en mi mochila, junto a las otras notas que anteriormente guardé.
Al salir del instituto salí a pasear un rato antes de llegar a casa, y me fui a un lago. Era un lugar muy bonito, era solitario, los arboles estaban repletos de hermosas flores con los pajaritos que cantaban. En el lago habían unos patitos nadando detrás de su mama. Era una vista preciosa y tierna para mis ojos, tanto cariño.. tanto amor. Justo lo que mas necesitaba en esos momentos.
De repente alguien me atrapó por atrás tapándome la boca con un pañuelo, intentaba respirar, pero aspire un olor muy amargo y empecé a verlo todo con dificultad, cada segundo que pasaba lo veía todo borroso, y entonces.. la oscuridad. Una oscuridad infinita..
****
Desperté en la cama. Abro los ojos. Lentamente. Parpadeo a causa de que las pestañas se me enredan entre ellas. Y lo veo a el.
El esta observándome, su mirada me da miedo. No se que hago aquí, ni donde estoy, ni siquiera recuerdo quien soy. Solo se que estoy en una habitación con apenas luz, y hace frío, mucho frío..
Miro de nuevo al hombre que tengo enfrente.
-¿Q-Quien eres tú? -consigo decir tartamudeando, mi voz tiembla, de algún modo ese hombre me provoca escalofríos.
-Soy tu padre
Dijo aquel hombre que tenia enfrente de mi, apenas podía ver bien, lo veía todo borroso y apenas podía sostenerme, aun me costaba asimilar la situación. Miro a mi alrededor. Las ventanas están cerradas y con barrotes. Miro de nuevo al hombre que tengo enfrente.
-Ahora esta sera tu nueva casa, comenzaras una nueva vida, unos nuevos recuerdos.
El hombre, o mas bien, mi "Padre" según el, se levanto de la silla donde ha estado sentado hace un rato, y salio del cuarto donde yo residía. Al cerrar la puerta escuché un ruido, como el de un pestillo.
Contemplé de nuevo el cuarto. Apenas salia la luz del sol desde mi cuarto.
¿Donde estoy?
*Pov de Park Hyung Jin*
¿Donde estás? Esa era la pregunta que me estaba atormentando desde ya hace 1 semana, no sabia donde estaba, ni siquiera su madre, que esta preocupada, muy preocupada, vino al instituto para hablar con el profesor pero no sabe nada, nadie sabe nada.
Aproveche a que la madre de Yumi hablaba con el profesor para cojer su móvil y apuntarme el numero de móvil de Yumi. Cuando llegue del instituto, la llame al móvil.
1,2,3...7 llamadas y no respondía, donde estas Yumi?
Eran las 2 de la madrugada, y no podía dormir. Sentía impotencia. Impotencia por no poder escucharla, por no saber donde esta, de no saber si esta bien. Por no saber realmente lo que estaba pasando. ¿Que puede hacer?
Tumbando en la cama, trata de serenarse, de respirar y buscar algo que le quite de la cabeza la agonía que siente hacia la chica de la que esta locamente enamorado. Es imposible. Que desesperación!
En ese instante, un pensamiento le cruza por la mente. ¿Y si trata de encontrarla? Si. Podría hacerlo, encontrarla, comprender lo que ocurre y ayudarla. Decirle cuanto le importa. Que la necesita y que no puede vivir sin ella. Que solo quiere verla sonreír al igual que sonreía cuando leía cada una de sus notas.
Me levanto y me siento en el escritorio, enciendo el portátil. Entro en el correo.
Busco en mis contactos. Un brote de esperanza invade de repente mi corazón. Una pequeña luz en aquella oscuridad en la que esta perdido. ¿Es una locura? Si, quizá. Pero el amor requiere esa clase de locuras.
Tras los Recuerdos
domingo, 12 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
Te protegeré
Ya han pasado 3 semanas desde la ultima pelea.
Hace un lindo día, los rayos de sol atraviesan la ventana y afuera van cayendo las flores de los arboles. Es mágico, para mi la primavera es la mejor estación,que ha existido, sobretodo porque en primavera mi madre y yo solíamos salir a pasear. Cuando era pequeña siempre me sacaba a pasear a los parques, nos divertíamos mucho.
La pandilla ha dejado de meterse conmigo. No se porque. Desde que aquel chico les golpeo, han dejado de molestarme. Me gustaría agradecérselo, pero no sé quien era. Cuando sucedió todo, no podía verle la cara porque el estaba de espaldas.
Últimamente el chico nuevo parece estar muy lesionado. Hoy lo vi con una herida en la cabeza, seguro que se habría dado contra algo tropezando.
*Mientras un chico joven estaba en clase, no muy atento a su profesor*
Aquella tarde salí del instituto un poco tarde porque el profesor estuvo hablando conmigo, porque quería entrevistar a mis padres. Al salir me encontré con aquella niña, esa chica a la que había estado observando todo el tiempo. Vi como la estaban pegando, y antes de que yo mismo me diera cuenta ya estaba defendiéndola.
Desde ese entonces no dejan de meterse conmigo, yo como puedo me defiendo. No se porque, pero.. no quiero que le hagan daño. Siento que debo protegerla y si para ello debo recibir el mismo castigo que ella recibía siempre,lo haré.
Hoy en la hora de descanso todos estaban en el patio, pero yo quera estar solo, así que subí al tejado del instituto. Al llegar, la encontré allí, acurrucada en el suelo. Parecía ausente del mundo. Cojí un papel que tenia en el bolsillo, y escribí:
"그는 혼자,
기억 난 거 야 보호,
이제 아무도 당신을 해칠 수 있기 때문에
당신의 수호 천사"
Terminé de escribir la nota y sigilosamente deje la nota a su lado, por lo visto ella tenia los ojos cerrados en ese momento. Y me fui sin hacer ruido.
*Pov Yumi*
Este sitio me relaja, me siento bien lejos de ese ambiente de gente desagradable. Aquí en el tejado, no hay nadie que pueda hacerme daño.
Suspiro y cierro los ojos, y durante muchos minutos desaparezco de todo, del tejado, del sol, del aire, y quedo suspendida de nuevo en mi mundo lleno de fantasías que nunca se cumplirán. Entonces suena el timbre, y regreso a la realidad, me levanto para salir de allí, y entonces veo una nota en el suelo, la cojo y la leo:
"Ahora no estás sola,
Yo estaré aquí protegiéndote,
Ahora ya nadie puede hacerte daño.
Tu ángel de la guarda"
Abrazé la nota como si de un peluche se tratara, por primera vez en tanto tiempo, he sonreído. Tal vez las cosas ahora vayan mejor. Solo una pregunta me estará atormentando durante mucho tiempo. ¿Quien es mi ángel de la guarda?
Hace un lindo día, los rayos de sol atraviesan la ventana y afuera van cayendo las flores de los arboles. Es mágico, para mi la primavera es la mejor estación,que ha existido, sobretodo porque en primavera mi madre y yo solíamos salir a pasear. Cuando era pequeña siempre me sacaba a pasear a los parques, nos divertíamos mucho.
La pandilla ha dejado de meterse conmigo. No se porque. Desde que aquel chico les golpeo, han dejado de molestarme. Me gustaría agradecérselo, pero no sé quien era. Cuando sucedió todo, no podía verle la cara porque el estaba de espaldas.
Últimamente el chico nuevo parece estar muy lesionado. Hoy lo vi con una herida en la cabeza, seguro que se habría dado contra algo tropezando.
*Mientras un chico joven estaba en clase, no muy atento a su profesor*
Soy Park Hyung Jin (박형진). Soy de Corea del Sur, vine a Japón para seguir con mis estudios,pero por otro lado estoy preparándome para debutar en una de las empresas mas importantes de Corea. Y no queda mucho para ello solo 1 mes.
La verdad no se como ha aguantado tanto tiempo en este instituto, cuando la vi, lo primero que pensé fue que sus ojos eran muy bonitos, aunque parecían tristes, su boquita se movía nerviosa al leer, era muy bonita y tierna a a vez. Ella suele estar sola en la hora del patio sentada lejos de los demás, siempre quise hablar con ella, pero me daba miedo a que no contestara o algo.Aquella tarde salí del instituto un poco tarde porque el profesor estuvo hablando conmigo, porque quería entrevistar a mis padres. Al salir me encontré con aquella niña, esa chica a la que había estado observando todo el tiempo. Vi como la estaban pegando, y antes de que yo mismo me diera cuenta ya estaba defendiéndola.
Desde ese entonces no dejan de meterse conmigo, yo como puedo me defiendo. No se porque, pero.. no quiero que le hagan daño. Siento que debo protegerla y si para ello debo recibir el mismo castigo que ella recibía siempre,lo haré.
Hoy en la hora de descanso todos estaban en el patio, pero yo quera estar solo, así que subí al tejado del instituto. Al llegar, la encontré allí, acurrucada en el suelo. Parecía ausente del mundo. Cojí un papel que tenia en el bolsillo, y escribí:
"그는 혼자,
기억 난 거 야 보호,
이제 아무도 당신을 해칠 수 있기 때문에
당신의 수호 천사"
Terminé de escribir la nota y sigilosamente deje la nota a su lado, por lo visto ella tenia los ojos cerrados en ese momento. Y me fui sin hacer ruido.
*Pov Yumi*
Este sitio me relaja, me siento bien lejos de ese ambiente de gente desagradable. Aquí en el tejado, no hay nadie que pueda hacerme daño.
Suspiro y cierro los ojos, y durante muchos minutos desaparezco de todo, del tejado, del sol, del aire, y quedo suspendida de nuevo en mi mundo lleno de fantasías que nunca se cumplirán. Entonces suena el timbre, y regreso a la realidad, me levanto para salir de allí, y entonces veo una nota en el suelo, la cojo y la leo:
"Ahora no estás sola,
Yo estaré aquí protegiéndote,
Ahora ya nadie puede hacerte daño.
Tu ángel de la guarda"
Abrazé la nota como si de un peluche se tratara, por primera vez en tanto tiempo, he sonreído. Tal vez las cosas ahora vayan mejor. Solo una pregunta me estará atormentando durante mucho tiempo. ¿Quien es mi ángel de la guarda?
lunes, 6 de enero de 2014
Un angel en mi vida
¡Beeep! ¡Beeep!
Suena el despertador, otro amanecer, otro repentino día. Odio mi vida, siempre lo mismo. Me levanto voy a la cocina y me preparo el desayuno, me tomo unos cereales, me visto, y cogiendo la mochila y las llaves salgo de casa. Por suerte, hoy es el ultimo día de clases, llega el verano. Después de un largo camino al instituto. Entro, subo las escaleras y llego a mi aula, entro y atravieso la cantidad de mesas y me siento. Ya hay algunos alumnos en la clase y los pocos que quedan ya están entrando y sentándose en sus respectivas mesas.
Empiezan las clases, cada profesor empieza deseándonos unas felices vacaciones, y apuntando deberes para los que han suspendido algunas asignaturas. Pasan las horas y pienso que no quiero que llegue la ultima hora. Así que hoy he decidido, tener mi mochila preparada para la hora de salir. Llega la ultima hora. Para mi el tiempo iba BASTANTE lento. Pero a cada minuto mis nervios se iban acelerando hasta que suena:
¡Riiiiing!
Llego el momento, todo ocurre muy rápido, cojo mi mochila a toda velocidad, paso entre aquel laberinto de mochilas, mesas y alumnos.
Llego a la puerta.
La abro.
Casi tropezando, camino a toda velocidad bajando por las escaleras, llego a la puerta, oigo el sonido de personas bajando por las escaleras, me doy prisa y abro la puerta, y corriendo salgo de ese infierno al que parece que hubiera estado sometida una eternidad.
Respiro hondo. Solo quiero que estos últimos 2 meses de vacaciones sean tranquilos.
Llego a casa, dejo las llaves en el mostrador y mi bolso en la cama, y me tiro encima de la cama.
Toc, toc.
-Hija, se puede?
-Si mama, puedes -digo incorporándome para ver a mi madre entrar.
-Como estas hija? -dice ella dirigiéndose a mi y sentándose en la cama a mi lado.
-Bien todo bien mama, como siempre-digo con una sonrisa, pero es una sonrisa sarcástica, y lógicamente, no, no estoy nada bien, estoy fatal, solo quiero desaparecer, no quiero volver a ese instituto nunca. Todo lo que he vivido, me tomarían por loca si lo dijera, y mi madre no sabe nada.
-Hoy te he preparado uno de tus platos favoritos: Ramyun -dice mi madre luciendo una sonrisa, me encanta, al menos la tengo a ella.
-Ahora mismo iré a comer mama-digo sonriendo, ella me da un beso en la mejilla y sale de mi cuarto.
No quiero que las vacaciones se acaben.
2 meses mas tarde...
???: Yumi.. -oigo una voz, lejana, me suena, pero no se de que- Yumi.. -otra vez esa voz, estoy sumida en el espacio tiempo- Yumi, Yumi, Yumi! -Despierto de golpe, es mi madre-
-Hija! Que llegas tarde al instituto! Date prisa!
¿Que? ¿Tarde? ¿Instituto?
Entonces me doy cuenta, hoy es el primer día de clases
-¡Mierda! Llegaré tarde!-me levanto a toda pastilla, me visto, me peino y me tomo el desayuno, casi me ahogo tomándome los cereales. Salgo de casa, y con todas mis fuerzas corro.
Unos minutos después llego al instituto, agotada, subo las escaleras con las pocas fuerzas que me quedan y entro.
Todos me miran, algunos ríen, y me dirijo a mi profesor, pidiéndole disculpas
, el me dice que no pasa nada, que para ser el primer día me lo perdona, y que me siente en mi mesa. Paso entre ese enorme laberinto y me siento.
-Alumnos, alumnas. Hoy tengo el honor de anunciar un nuevo estudiante en nuestra aula, el es extranjero y ha llegado desde Seoul para incorporarse en este nuevo instituto, porfavor les ruego que hagan que la estancia de este nuevo alumno sea de lo mas agradable posible.
Entonces entra un chico, es joven, alto, delgado y tiene unos ojos muy bonitos. Tras un pequeño saludo pasa entre el montón de mesas para sentarse en la mesa que su profesor le ha asignado, justo... a mi lado.
Realmente no quiero tener ningún tipo de relación con el, ni con ningún chico, al fin y al cabo todos tienen 2 manos para creare un infierno en mi vida. De todos modos nadie ha querido nunca ser mi amigo/amiga.
Comienza la clase, saco el libro y tomo apuntes. Llega la hora del patio. Me levanto de mi mesa y voy dirigiéndome a la puerta entre los empujones de mis compañeros. Al llegar al patio me siento en un banco apartado de los demás, saco mi bocadillo, mis auriculares y escucho música. Siento que alguien me observa. Ese el, el chico nuevo. ¿Que quiere de mi? ¿Porque me mira? ¿Tengo algo en la boca?
Lo ignoro y sigo escuchando. Termina el patio y regreso al aula.
***
A la salida trato de pasar desapercibida, pero ahí están, otra vez ellos.
Y entonces uno de ellos, el líder, se acerca a mi.
-Bueno, creo que empezaremos bien el instituto.. -dice acercándose- Bufff.. hueles fatal, que te has puesto? Fragancia de mofeta? -dice riéndose, los demás le acompañan-
-Déjame en paz Lee Jong, que te he hecho yo? -digo tratando de alejarme de el, pero el me corta el paso.
-Ehh, a donde vas? Si ni siquiera hemos empezado y ya te quieres ir? -dice reteniendome con el brazo-
-Déjame!-digo intentando soltarme-
-Cállate! -dice el empujándome. Caigo al suelo, me duele, pero esto no ha hecho mas que empezar- Lee Changeun, esta chica me esta vacilando, se cree que puede conmigo, dale su merecido-
Entonces antes de que me diera cuenta ya estaba Changeun dándome un fuerte golpe en la cara, eso me dolió bastante es mas, tan fuerte ha sido el golpe que he empezado a sangrar por la nariz. Luego recibo un golpe en el estomago, y luego otro y otro. Hasta que entonces Changeun es detenido por otra persona que le golpea en la cara.
¿Que ocurre?
Suena el despertador, otro amanecer, otro repentino día. Odio mi vida, siempre lo mismo. Me levanto voy a la cocina y me preparo el desayuno, me tomo unos cereales, me visto, y cogiendo la mochila y las llaves salgo de casa. Por suerte, hoy es el ultimo día de clases, llega el verano. Después de un largo camino al instituto. Entro, subo las escaleras y llego a mi aula, entro y atravieso la cantidad de mesas y me siento. Ya hay algunos alumnos en la clase y los pocos que quedan ya están entrando y sentándose en sus respectivas mesas.
Empiezan las clases, cada profesor empieza deseándonos unas felices vacaciones, y apuntando deberes para los que han suspendido algunas asignaturas. Pasan las horas y pienso que no quiero que llegue la ultima hora. Así que hoy he decidido, tener mi mochila preparada para la hora de salir. Llega la ultima hora. Para mi el tiempo iba BASTANTE lento. Pero a cada minuto mis nervios se iban acelerando hasta que suena:
¡Riiiiing!
Llego el momento, todo ocurre muy rápido, cojo mi mochila a toda velocidad, paso entre aquel laberinto de mochilas, mesas y alumnos.
Llego a la puerta.
La abro.
Casi tropezando, camino a toda velocidad bajando por las escaleras, llego a la puerta, oigo el sonido de personas bajando por las escaleras, me doy prisa y abro la puerta, y corriendo salgo de ese infierno al que parece que hubiera estado sometida una eternidad.
Respiro hondo. Solo quiero que estos últimos 2 meses de vacaciones sean tranquilos.
Llego a casa, dejo las llaves en el mostrador y mi bolso en la cama, y me tiro encima de la cama.
Toc, toc.
-Hija, se puede?
-Si mama, puedes -digo incorporándome para ver a mi madre entrar.
-Como estas hija? -dice ella dirigiéndose a mi y sentándose en la cama a mi lado.
-Bien todo bien mama, como siempre-digo con una sonrisa, pero es una sonrisa sarcástica, y lógicamente, no, no estoy nada bien, estoy fatal, solo quiero desaparecer, no quiero volver a ese instituto nunca. Todo lo que he vivido, me tomarían por loca si lo dijera, y mi madre no sabe nada.
-Hoy te he preparado uno de tus platos favoritos: Ramyun -dice mi madre luciendo una sonrisa, me encanta, al menos la tengo a ella.
-Ahora mismo iré a comer mama-digo sonriendo, ella me da un beso en la mejilla y sale de mi cuarto.
No quiero que las vacaciones se acaben.
2 meses mas tarde...
???: Yumi.. -oigo una voz, lejana, me suena, pero no se de que- Yumi.. -otra vez esa voz, estoy sumida en el espacio tiempo- Yumi, Yumi, Yumi! -Despierto de golpe, es mi madre-
-Hija! Que llegas tarde al instituto! Date prisa!
¿Que? ¿Tarde? ¿Instituto?
Entonces me doy cuenta, hoy es el primer día de clases
-¡Mierda! Llegaré tarde!-me levanto a toda pastilla, me visto, me peino y me tomo el desayuno, casi me ahogo tomándome los cereales. Salgo de casa, y con todas mis fuerzas corro.
Unos minutos después llego al instituto, agotada, subo las escaleras con las pocas fuerzas que me quedan y entro.
Todos me miran, algunos ríen, y me dirijo a mi profesor, pidiéndole disculpas
, el me dice que no pasa nada, que para ser el primer día me lo perdona, y que me siente en mi mesa. Paso entre ese enorme laberinto y me siento.
-Alumnos, alumnas. Hoy tengo el honor de anunciar un nuevo estudiante en nuestra aula, el es extranjero y ha llegado desde Seoul para incorporarse en este nuevo instituto, porfavor les ruego que hagan que la estancia de este nuevo alumno sea de lo mas agradable posible.
Entonces entra un chico, es joven, alto, delgado y tiene unos ojos muy bonitos. Tras un pequeño saludo pasa entre el montón de mesas para sentarse en la mesa que su profesor le ha asignado, justo... a mi lado.
Realmente no quiero tener ningún tipo de relación con el, ni con ningún chico, al fin y al cabo todos tienen 2 manos para creare un infierno en mi vida. De todos modos nadie ha querido nunca ser mi amigo/amiga.
Comienza la clase, saco el libro y tomo apuntes. Llega la hora del patio. Me levanto de mi mesa y voy dirigiéndome a la puerta entre los empujones de mis compañeros. Al llegar al patio me siento en un banco apartado de los demás, saco mi bocadillo, mis auriculares y escucho música. Siento que alguien me observa. Ese el, el chico nuevo. ¿Que quiere de mi? ¿Porque me mira? ¿Tengo algo en la boca?
Lo ignoro y sigo escuchando. Termina el patio y regreso al aula.
***
A la salida trato de pasar desapercibida, pero ahí están, otra vez ellos.
Y entonces uno de ellos, el líder, se acerca a mi.
-Bueno, creo que empezaremos bien el instituto.. -dice acercándose- Bufff.. hueles fatal, que te has puesto? Fragancia de mofeta? -dice riéndose, los demás le acompañan-
-Déjame en paz Lee Jong, que te he hecho yo? -digo tratando de alejarme de el, pero el me corta el paso.
-Ehh, a donde vas? Si ni siquiera hemos empezado y ya te quieres ir? -dice reteniendome con el brazo-
-Déjame!-digo intentando soltarme-
-Cállate! -dice el empujándome. Caigo al suelo, me duele, pero esto no ha hecho mas que empezar- Lee Changeun, esta chica me esta vacilando, se cree que puede conmigo, dale su merecido-
Entonces antes de que me diera cuenta ya estaba Changeun dándome un fuerte golpe en la cara, eso me dolió bastante es mas, tan fuerte ha sido el golpe que he empezado a sangrar por la nariz. Luego recibo un golpe en el estomago, y luego otro y otro. Hasta que entonces Changeun es detenido por otra persona que le golpea en la cara.
¿Que ocurre?
Semillas del Dolor
-Soy tu padre
Dijo aquel hombre que tenia enfrente de mi, apenas podía ver bien, lo veía todo borroso y apenas podía sostenerme, aun me costaba asimilar la situación, no sé ni donde estoy. Miro a mi alrededor. Estoy en una habitación, las ventanas están cerradas y con barrotes. Miro de nuevo al hombre que tengo enfrente.
-Ahora esta sera tu nueva casa, comenzaras una nueva vida, unos nuevos recuerdos.
El hombre, o mas bien, mi "Padre" según el, se levanto de la silla donde ha estado sentado hace un rato, y salio del cuarto donde yo residía. Al cerrar la puerta escuché un ruido, como el de un pestillo.
Contemplé de nuevo el cuarto. Apenas salia la luz del sol desde mi cuarto.
¿Donde estoy?
Hace 5 meses:
-Señorita Yumi, despierte! Al menos que no quiera superar el récord de notas en la agenda por su mal comportamiento en clase por supuesto -dice una mujer alta, con gafas y con cara de no haberse puesto nunca ningún producto facial para las arrugas, mi profesora de Química.
Me incorporo bien, y veo como mi profesora da la vuelta y vuelve a la pizarra para seguir con la clase. Las clases transcurren lentas, hago ver que estoy atenta, pero mi mente esta sumida en los recuerdos de otro mundo. Recuerdo como era mi vida antes de entrar en este instituto de mierda, almenos en mi otro instituto tenia amigos. Hasta que a mi madre se le ocurrió cambiar de ciudad, y ahora voy a un estúpido instituto en Japón.
¡Riiiiiing!
El ruido de la última campana es atronador, molesto, pero dulce, muy dulce. Pero no para mi, para algunos es el momento mas esperado de todo el día. El sonido que llevan deseando durante horas. Sirena de diversión. En el cual el juego soy yo.
Espero a que todos se levanten, con sus mochilas y su material. Mientras yo recojo mis cosas a velocidad de tortuga, solo para ser la ultima en salir, para salir en paz, aunque se que no sera asi. Cierro la mochila, y me levanto, me dirijo a la puerta donde esta el ultimo profe que ha estado dando clase y al cual no he prestado mucha antención.
Ando por los pasillos sin mucha prisa, se que cuando salga por la puerta de ese instituto la diversion para un grupo de personas no hara mas que empezar.
Llego a la puerta de salida, suspiro, salgo y no veo a nadie, que suerte hoy no hay nadie, y eso es extraño, llego al semáforo de enfrente, y espero, entonces una piedra cae en mi espalda. Toco mi espalda, me duele, esa piedra era bastante dura. Me giro y allí están. Con piedras en las manos, y una sonrisa que inicia el principio de mi infierno como todas las tardes.
-Que pasa Yumi? Tienes prisa? Esperate un poco no? No quieres divertirte un rato con nosotros? -Dijo uno de ellos con una voz sarcástica que recorría mi cuerpo de arriba abajo, de pronto veo como el semáforo señala el color verde, mi libertad, hago acción de correr, pero el me agarra de la cintura impidiendo que pueda moverme, y me empuja al suelo. Sus compañeros ríen y uno de ellos me da una patada en el estomago que hace que me reprima de dolor.
-Chicos como hoy estoy de buen humor, os dejo que la torturéis a vuestra manera-dicho esto se sienta en el banco y observa como todos y cada uno de ellos empiezan a tirarme piedras en todo el cuerpo, yo solo grito, solo quiero que termine, que paren, quiero huir pero no puedo estoy rodeada, y apenas puedo levantar la cabeza.
Los minutos transcurren como horas, me cuesta respirar, y siento que no puedo con mi alma. Hasta que paran.
-Vamos chicos, creo que ya nos hemos divertido bastante por hoy-dice el líder del grupo levantándose del banco. Sus compañeros le siguen, yo me levanto despacio me duele la cabeza, y los tobillos me cuesta respirar, y lentamente (resentida por el dolor) me dirijo a casa. Cada vez odio mas este instituto, cada día deseo matarlos, matarlos a todos.
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